Debido a su situación de extrema pobreza, Laura no tiene otra opción que vender a su hija menor Rosita a Rodolfo Mackenna, un exitoso empresario. Años mas tarde, Rodolfo le regala un restaurant a Rosita (ahora llamada Agustina Mackenna) al lado del vecindario donde vive su antigua familia. Todo se complicará cuando las dos hermanas, sin saber la verdad, se enfrenten al enamorarse del mismo hombre